lunes, 24 de septiembre de 2012

EL COMPORTAMIENTO DE LOS MURCIELAGOS

En esta ficha vamos a tratar conjuntamente a dos especies hasta hace poco consideradas una sola. La reciente modificación en la taxonomía de este grupo, así como las dificultades que entraña la distinción de ambas a partir de su morfología externa hace que los datos disponibles sobre las diferencias que muestran en todos los aspectos de su biología vayan apareciendo con cuentagotas en la literatura científica, especialmente en España. Por lo tanto, y a no ser que se diga lo contrario, los datos que se expondrán a continuación se referirán a ambas formas, a las que denominaremos con el nombre conjunto de murciélagos enanos.

Como su propio nombre indica, los murciélagos enanos son los más pequeños de Europa, no superando los 8,5 gramos de peso. Ambas especies muestran una morfología muy parecida, con orejas cortas y triangulares, con 4-5 pliegues transversales y un trago arriñonado, de punta redondeada y ligeramente inclinada hacia adelante. El hocico es corto y con abultamientos glandulares laterales en los machos que se desarrollan especialmente en otoño. En la misma estación, los machos muestran también engrosamientos glandulares en la cara interna de los labios superiores, que podríamos calificar de “boqueras”.

La distinción morfológica y acústica de P. pipistrellus y P. pygmaeus se basa en diferencias sutiles que exige el examen del animal en mano o, en el caso de los gritos de ecolocalización, de material de escucha y análisis especializado. Por lo tanto, es necesario ser un especialista para diferenciarlas y no vamos a detallar los elementos discriminantes aquí, remitiendo al lector interesado a la consulta de bibliografía científica. Sólo abordaremos algunos de los elementos más evidentes, aunque dejando claro que sólo con ellos no es posible hacer una determinación segura.
Por una parte, hemos de fijarnos en el pelaje dorsal, que aparece en P. pipistrellus pardo oscuro, a veces con tintes rojizos, mientras que en P. pygmaeus es más amarillento o pardo-oliváceo. En segundo lugar lo debemos de hacer en la piel lampiña de orejas, cara y órganos genitales. En P. pipistrellus, la piel facial es casi negra, en cualquier caso claramente más oscura que el pelaje que lo rodea, mientras que los órganos genitales de los machos son grises oscuros o marrón-grisáceos. En contraste, en P. pygmaeus la piel facial es más clara que el pelaje del entorno y, al igual que ocurre con la piel de los órganos genitales, muestra tintes amarillentos o anaranjados, especialmente durante la época de celo. En este momento, las “boqueras” de los machos de esta última especie adoptan la misma coloración, mientras que en P. pipistrellus son blancas o blanco-grisáceas. Finalmente, uno de los elementos de identificación más seguros son los gritos de ecolocalización, con 55 kHz en P. pygmaeus y 45 kHz en P. pipistrellus. Sin embargo, para hacer uso de este elemento es necesaria una tecnología compleja y, sobre todo, cara.

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